Domótica e Inmótica, definiciones
¿Qué es la Domótica?
El origen de la domótica se remonta a la década de los setenta, cuando aparecieron Ios primeros dispositivos de automatización de edificios basados en la tecnología X10. Durante los años siguientes la comunidad internacional mostró un creciente interés por la búsqueda de la casa ideal, comenzando diversos ensayos con avanzados electrodomésticos y dispositivos automáticos para el hogar. Los primeros sistemas comerciales fueron instalados sobre todo en Estados Unidos y se limitaban a la regulación de la temperatura ambiente de los edificios de oficinas y poco más.
Más tarde, tras el auge del PC, a finales de la década de los 80 y principios de los 90, se empezaron a incorporar en estos edificios los SCE (Sistemas de Cableado Estructurado) para facilitar la conexión de todo tipo de terminales y periféricos entre sí, utilizando un cableado estándar y tomas repartidas por todo el edificio. Además de los datos, estos sistemas de cableado permitían el transporte de la voz y la conexión de algunos dispositivos de control y de seguridad, por lo que a estos edificios se les empezó a llamar edificios inteligentes.
Posteriormente, los automatismos destinados a edificios de oficinas, junto con otros específicos, se han ido aplicando también a las viviendas particulares u otro tipo de edificios, donde el número de necesidades a cubrir es mucho más amplio, dando origen a la vivienda Domótica.
Conviene aclarar que el significado del término domótica está en continuo cambio y bajo constantes discusiones. El término «domótica» (del latín domus, casa, e informática) tiene varias acepciones, entre ellas la que da el diccionario de la Real Academia Española que define la domótica como «el conjunto de sistemas que automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda«.
En Francia, muy amantes de adaptar términos propios a las nuevas disciplinas, se acuñó en 1998 la palabra «Domotique», contracción de las palabras «domo» e «informatique». La enciclopedia Larousse define el término vivienda que integra todos los automatismos en materia de seguridad, gestión de la energía, comunicaciones, etc.». Es decir, el objetivo es asegurar al usuario de la vivienda un aumento del confort, de la seguridad, del ahorro energético y de las facilidades de comunicación.
La definición de vivienda domótica presenta múltiples versiones y matices. También aquí, como en otras tecnologías, son diversos los términos utilizados: casa inteligente (smart house), automatización de viviendas (home automation), domótica (domotique), sistemas domésticos (home systems), etc.
Se puede afirmar que domótica es el término «científico» que se utiliza para denominar la parte de la tecnología (electrónica e informática), que integra el control y upervisión de los elementos existentes en una vivienda. De una manera general, un sistema domótico dispondrá de una red de comunicación que permite la interconexión de una serie de equipos a fin de obtener información sobre el entorno doméstico y, basándose en ésta, realizar unas determinadas acciones sobre dicho entorno. Los elementos de campo (detectores, sensores, captadores, etc.), transmitirán las señales a una unidad central que tratará y elaborará la información recibida. En función de dicha información y de una determinada programación, la unidad central actuará sobre determinados dispositivos o actuadores para el control de circuitos de la vivienda.
En la actualidad el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) en la vivienda genera nuevas aplicaciones y tendencias basadas en la capacidad de proceso de información y en la integración y comunicación entre los equipos e instalaciones. Así concebida, una vivienda domótica puede ofrecer una amplia gama de aplicaciones en áreas tales como:
¿Domótica o Vivienda Inteligente?
El término «vivienda inteligente» se ha venido aplicando desde hace cierto tiempo sin que en muchas ocasiones su utilización haya estado justificada o haya sido correctamente entendida. El origen de este término debe buscarse en el lenguaje informático. Por otra parte, no es difícil recordar la desafortunada utilización de la palabra «inteligente» en diferentes ámbitos (artículos de prensa futuristas que hablaban de robots domésticos, anuncios de TV para promover toda clase de artículos «inteligentes», etc.).
Esta particularidad, junto con la tendencia a no deshumanizar algo tan propio como es el hogar, supuso la adopción de las palabras «Domótica» para designar a la disciplina aquí presentada, y de «vivienda domótica» para nombrar aquella vivienda en la que se instala un sistema de control.
Una vivienda domótica no difiere de una vivienda tradicional dado que en ambas se encuentran los habituales equipos domésticos e instalaciones. La diferencia estriba en la incorporación de determinado equipamiento que permite controlar de forma eficiente estos equipos e instalaciones, como por ejemplo programación y zonificación de la calefacción o puesta en marcha de la lavadora. Por otra parte incorpora nuevas funciones y posibilidades de control como la detección de escapes de agua y cortar el suministro, llamar a casa para poner en marcha la calefacción, etc., que incrementan el valor de la vivienda a través del ahorro energético, el confort y la seguridad, permitiendo una mayor calidad de vida a través de la tecnología.
¿Qué es Inmótica?
Finalmente, se encuentra muy a menudo el término Inmótica, identificado también como «Building Management System» (BMS), que hace referencia a la coordinación y gestión de las instalaciones de un edificio, así como a su capacidad de comunicación, regulación y control. La inmótica es fuente de ahorro de costes energéticos, de mantenimiento y mejora la productividad en el trabajo.
El origen de este término, también francés, y aunque de uso común en España, todavía no ha sido recogido por el diccionario de la Real Academia Española. Mientras la palabra domótica se aplica al hogar, por Inmótica se entiende la incorporación de sistemas de gestión técnica automatizada aplicada a las instalaciones del sector terciario como son plantas industriales, hoteles, hospitales, aeropuertos, edificios de oficinas, grandes superficies, hospitales, etc. En realidad, los sistemas y aplicaciones Inmótica son similares a los de la domótica y por ello a menudo se emplea el concepto de sistemas domóticos referidos también a este sector.